miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mi Experiencia en el Curso de la REDCAMdrp

Por: Liliana Patricia López Rodríguez / Fundación Sierra Madre

El 10 de octubre inicié el curso de Fortalecimiento de las Redes Para el Desarrollo Rural Participativo en Tsukuba, Japón, en conjunto con otra compañera guatemalteca y representantes de países de Centro América, México y Republica Dominicana.


Los profesores han compartido la evolución de los últimos 60 años, donde según la historia del desarrollo rural de Japón, demuestra que después de la segunda guerra mundial, este país era más pobre que América Latina, sin embargo la clave en la superación y el desarrollo de este país se dio en el CAMBIO tanto de mentalidad, de actitudes ser autogestionarios y emprendedores.


Hacer un cambio de vida, que requirió de mucho trabajo de extensión, de orientación y facilitación donde el trabajo de la mujer en las actividades productivas fueron muy importantes.

También hemos tenido la oportunidad de compartir con grupos de mujeres, extensionistas, empresarios, cooperativas, asociación de productores con estaciones de Servicios, comunidades con un desarrollo que a través de la participación ciudadana han logrado mucho avance.

Todo esto me ha permitido conocer la base del desarrollo rural y el éxito económico de Japón, pero sobre todo EL MEJORAMIENTO DE VIDA, donde la mujer Japonesa ha logrado un lugar preponderante en el desarrollo rural.





Algo bien importante es que a través del trabajo de extensión las familias aprendieron a identificar y utilizar los recursos locales, para el mejoramiento de vida, comenzando poco a poco con las actividades cotidianas, actividades que permitieran mejorar cambios pequeños pero significativos, que hoy día se reflejan en el desarrollo del país.

Conociendo esta experiencia: como un país salió adelante, con tanta pobreza después de la segunda guerra mundial, quiere decir que nosotros como guatemaltecos podemos hacer muchas cosas con tanta riqueza natural y cultural que tenemos en el país.

El trabajo nuestro como extensionistas, como promotores del desarrollo, requiere de muchos retos, de acciones concretas, de escuchar a las personas y de salir adelante con ellos, pero sobre todo iniciar un cambio.